Se define el nombre de biopsia al procedimiento de colecta de una pequeña muestra de tejido de un ser vivo y posterior examen anatomopatológico (examen microscópico) de ese tejido, para aclarar o confirmar un diagnóstico.
En la urología, las biopsias más frecuentes son la de la vejiga y de la próstata; por eso, el paciente siempre es sedado por anestesiólogo, con la finalidad de evitar molestias o dolor.
La biopsia de vejiga exige una cistoscopia (infórmese sobre este examen aquí); para la biopsia de próstata, es necesario realizar la ultrasonografía transrectal de la próstata, que orientará la colecta, con una aguja bien fina, de varios fragmentos de diferentes locales de la próstata.
Los procedimientos no requieren internación y, después de un período de tiempo para recuperación y micción normal, se libera al paciente.
